viernes, 29 de abril de 2011

Conocer a Charles Simic

Charles Simic, que va néixer a Belgrad (Iugoslàvia) i va emigrar als Estats Units el 1953, després d’haver viscut uns anys a París, és una de les figures clau de la poesia americana actual i un dels poetes moderns més cosmopolites. Val la pena conèxer una mica més:


Versos para derribar el Tea Party

El poeta norteamericano reinvidica la poesía como un lugar para la acción en la inauguración del Festival Cosmopoética de Córdoba

PAULA CORROTO - PÚBLICO - 07/04/2011

"Tristes guerras, si no es amor la empresa, tristes, tristes". Como a Miguel Hernández, una bomba despertó a la vida al niño Charles Simic (Belgrado, 1938). El 6 de abril de 1941, un bombardero alemán destrozó la casa frente a la que vivía su familia en la capital serbia. El poeta sólo tenía 3 años, pero aquello quedó tan adherido a su conciencia que décadas más tarde, ya un adulto en Estados Unidos, sirvió para conformar toda su poesía.

Simic, del cual en España se han editado títulos como Desmontando el silencio, El mundo no se acaba, La voz a las tres de la mañana (estas dos últimas en DVD) y sus memorias Una mosca en la sopa (publicadas recientemente en Vaso Roto), ha llegado estos días a España para participar en el Festival Cosmopoética de Córdoba y leer algunos de sus poemas. Ayer, tras un vuelo transoceánico que, según reconoció, le dejó totalmente agotado, accedió a reunirse con Público para charlar sobre su poesía y su visión de la actualidad.

"Hitler y Stalin han marcado toda mi vida", afirma el poeta

Una conversación en la que este hombre, que como se le ha definido alguna vez, parece más un profesor de Medicina que un poeta laureado que en 1990 ganó el Premio Pulitzer, hizo memoria de aquellos recuerdos de su niñez y del terror que hoy todavía le infunden los conflictos bélicos.

"Todo mi entendimiento de la historia está moldeado por mi infancia y la atrocidad de la II Guerra Mundial. Además, veo los conflictos continuamente en las noticias, veo la tragedia y no puedo evitar volver a revivir todo aquello", explicó quien no puede olvidar aquel asedio de los alemanes, de los italianos, después de los rusos, y finalmente de los norteamericanos y los ingleses para liberar la ciudad. Este es el motivo por el que imágenes como las mujeres huyendo bajo las deflagraciones o niños pidiendo auxilio son pilares de sus versos más políticos, reunidos casi en su totalidad en El mundo no se acaba. "Siento un enorme cansancio cuando veo de nuevo las imágenes, pero al final no puedo evitarlo y acabo escribiendo un poema", añadió.

En 1954, el adolescente Simic y su familia se marcharon de Belgrado para empezar de nuevo en EEUU. Primero en Chicago y después en Nueva York, donde en 1974 empezó a trabajar como profesor de Literatura en la Universidad de New Hampshire, en la que aún hoy continúa dando clase. En aquella época, a mitad de los setenta, con aquel Vietnam que sublevaba a los jóvenes de la década, Simic no tardó en refugiarse en la poesía para gritar a aquellos ejércitos que lo único que hacían era ahogar la voz de los seres humanos.

"Escribir poesía es lo único que me sirve para poder dormir"

Cuestión de matar

Pero Simic no utilizaba los versos como arma, como tampoco lo hace ahora: "Para mí no es una forma de combate, sino una reacción a algo que me resulta extraño y que no puedo entender. No acierto a comprender cómo todavía seguimos matándonos por las mismas razones de siempre", afirmó. Por ello, para él la poesía sólo existe por un fin: "No es algo con lo que voy a poder cambiar nada, pero la escribo porque es lo único que me sirve para poder dormir".

Poemas como somníferos, como alivio para el sufrimiento, también en estos momentos en los que los Aliados potencias occidentales y la Liga Árabe otean y disparan sobre el suelo de Libia. El poeta es muy crítico con lo que ocurre en el país que rige el dictador Gadafi. "Si hubiera sido por una cuestión humanitaria aprobaría esta intervención, pero creo que hay otros intereses en juego, como el petróleo. Y lo extraño es esta moralidad selectiva porque también ha habido otros genocidios como Ruanda y no se hizo nada. Estoy cansado del discurso humanitario", remachó con un gesto de hastío. El poeta, cuyas herramientas son las palabras, está harto de los juegos del lenguaje. "En EEUU, la gente que apoya la guerra en Libia es la misma que apoyó la guerra en Irak y Afganistán, y son personas en cuya integridad moral no puedo confiar", apostilló.

"En toda la historia no hay sociedad que no haya aplaudido el desánimo"

Además de los conflictos, si algo solivianta a Simic son los fundamentalismos. Él procede de un país al que primero le fueron introducidos a la fuerza los dogmas del III Reich y después llegó el stalinismo. "Hitler y Stalin han marcado mi vida", dijo en alguna ocasión. Ayer, quiso recordar la figura de su abuelo paterno, quien le hizo aprenderse que había tres tipos de personas con las que debía tener cuidado: los sacerdotes, los militares y los profesores. Con los primeros, el dogma de fe hace imposible el debate de ahí su actual rechazo al aumento del fundamentalismo religioso en los EEUU, los segundos "creen que todos los civiles son unos inútiles", y los terceros "tienen una idea fija de lo que es bueno y quieren que todo el mundo siga su idea", advirtió. Para él, lo importante es el individuo libre en su pensamiento, en sus ideas, porque eso también es la base de su responsabilidad ante el mundo.

Una sociedad narcotizada

Al poeta no le resulta sorprendente que ante tantos sucesos desagradables, la sociedad esté hoy anestesiada. "El mundo parece premiar la conformidad, pero es normal. En toda la historia no hay sociedad que no haya aplaudido el desánimo, ya que este es una forma de supervivencia", afirmó. Para Simic es muy diferente la reacción que se pueda tener en Occidente, libre e independiente, que en otros cuyo sistema esté regido por una dictadura. "En EEUU uno puede ser rebelde, excéntrico y nadie le va a decir nada, porque todo el mundo sabe que por mucho que haga las cosas no van a cambiar", admitió.

Sin embargo, él tiene su propio Indignaos, como el francés Stéphane Hessel. El mundo puede ser un desastre y puede maniatar a los seres humanos, pero no hay que quedarse de brazos cruzados. La solución, además de llamar a las guerras por su nombre, es centrar la mirada en las cosas más pequeñas de la vida, en los detalles. Por eso gran parte de su poesía está plagada de moscas, cucarachas, de hileras de hormigas, una mesa, un tenedor, y el amor, puesto que, como escribió años atrás, "mientras los seres humanos se enamoren y compongan cartas de amor, los poemas tendrán una razón de ser".

"Las pequeñas cosas son los placeres de la vida. Una primavera me quedé absolutamente embelesado con unas hormigas que seguían su caminito. Esas hormigas es lo que hace que la vida valga la pena y no honrar eso, sería una traición a la poesía", explicó. Y también a la vida, según podría extraerse de la lectura de unos poemas que bajo un humor un tanto hiératico surgido de su pasión por el cine mudo de Buster Keaton lo que indican es: mira todo lo que te estás perdiendo. Eso sí, sus poemas siempre tiene un pulso surrealista. Lo cotidiano deja de serlo para darle al lector el verdadero valor de las cosas. Una realidad alejada de ella.

Lo ínfimo habita en sus textos de la misma forma que la música. El jazz fue una de las cosas que más admiró al llegar a EEUU y músicos como Theloniuos Monk le hicieron sentirse norteamericano. Hoy no rechaza a los EEUU, aunque sí la deriva política del país. "Es un país alterado, dividido. Hay una gran división en sus poblaciones. Su sistema está roto y la democracia se ha venido abajo porque ahora manda el dinero", critica. Y para ello pone un ejemplo: "Para que Obama salga reelegido, necesita mil millones de dólares que se los tiene que dar la gente que no quiere una democracia". Siempre quedarán poetas como Simic para llamar a la reacción.

El individuo contra el poder absoluto

Cotidianidad
Los poemas de Simic tratan de buscar lo extraordinario en lo ordinario. Su mirada se centra en las cosas cercanas y palpables. Le canta a las cucarachas, a los tenedores o, como en este poema, a los zapatos: "Mi hermano y mi hermana que murieron al nacer/ continúan su existencia en vosotros, / guiando mi vida / hacia su incomprensible inocencia".

Exilio
Cuando era un adolescente, Simic emigró a EEUU. Hizo del país su patria de adopción. Hoy se considera un poeta de Nueva York, aunque con matices. De EEUU adora su música. "El jazz hizo de mi un norteamericano y un poeta", dijo una vez. Sin embargo, aborrece el fundamentalismo religioso estadounidense, que anula la voz del individuo.

Guerra
Nació en Belgrado en 1938. Pocos después, su ciudad fue bombardeada por los alemanes. Su primer recuerdo vital data del 6 de abril de 1941, cuando una bomba estalló en casa de unos vecinos. Su poesía está marcada por estos acontecimientos, como este verso de ‘The Little something': "En cada multitud hay uno o dos asesinos. / Aún no sospechan su porvenir. / Las guerras se empiezan para que les sea fácil / matar a una mujer que empuja un carrito de niño".

Totalitarismo
De su infancia, Simic también recuerda cómo en su escuela, tras la guerra, cambiaron el retrato de Hitler por el de Stalin. La política totalitaria del régimen soviético asustó al joven, que rechazó pronto todo dogmatismo. Como dice Mario Lucarda en el prólogo en ‘El mundo no se acaba', "los temas políticos de sus poemas se presentan desde la perspectiva del individuo". Es la fragilidad del hombre frente al poder del dictador.

Poemas

El dedo tembloroso de una
mujer
recorre la lista de bajas
en la tarde de la primera
nevada.
La casa está fría y la es
larga.
Todos nuestros nombres
están incluidos.
  Guerra
Las cucarachas parecen
burdos cómicos
en dramas serios
  Lección de historia

Simic, valor de la paraula

DAVID CASTILLO - AVUI - 28 d’abril del 2011

Charles Simic és un dels escriptors fonamentals per interpretar la cultura de la del segle XX, tot i que en català només disposem d’una de les seves històries infantils, On és el Pirolet? (Cruïlla). La predilecció per la literatura per als menuts no és coincidència perquè en la seva poesia també s’interroga sobre la infantesa, en alguns moments de manera aspra, en altres oferint pistes sobre la seva formació: “Al meu pare li agradaven els llibres rars d’André Breton. Aixecava el got de vi i brindava per totes aquelles tardes remotes «quan les papallones formaven una única cinta ininterrompuda». O sortíem a pixar al carreró del darrere i em deia: «Aquí hi ha uns prismàtics per a ulls tapats». Vivíem en un bloc de pisos atrotinat que feia pudor de gent vella i d’animals de companyia”. Aquest fragment d’un poema en prosa d’El món no s’acaba –premi Pulitzer 1990– resulta gairebé una poètica i també una manera de sentir i de tastar la realitat.

En castellà, l’editorial barcelonina DVD va publicar l’esmentat premi Pulitzer i fa poc més d’un any, un altre títol fonamental, La voz a las tres de la madrugada. Al pròleg de l’edició del primer, el gran traductor i crític Mario Lucarda ens explica que, tot i néixer a Iugoslàvia el 1938, la seva família es va traslladar als EUA el 1949. De pare enginyer i mare professora de cant, va heretar d’ells dos la precisió i la música.

Ha viscut a Nova York, Chicago, va ser assistent editorial de New Yorker i professor des del 1974 de la Universitat de New Hampshire. Malgrat que sovint se l’ha associat a les escoles neosimbolistes i a un cert surrealisme, Lucarda conclou que Simic és especialment conscient del valor de les paraules i el seu misteri innat: “El seu anglès, com a idioma adquirit, mostra un sentit sempre renovat: sembla que les utilitzés un nen per aprehendre el coneixement que hi ha a les coses... La seva poesia liquida els arguments que la interioritat és pròpiament el domini del poeta: la individualitat no pertany a ningú, és de tots, és un sentir, patir i imaginar-se comuns”. En la magnífica entrevista de Xènia Dyakonova us el trobareu amb les portes obertes de bat a bat.

“Un poema hauria de ser assequible a tothom”

Entrevista a Charles Simic. Poeta nord-americà, Premi Pulitzer

Xènia Dyakonova - AVUI - 28 d’abril del 2011

Charles Simic, que va néixer a Belgrad (Iugoslàvia) i va emigrar als Estats Units el 1953, després d’haver viscut uns anys a París, és una de les figures clau de la poesia americana actual i un dels poetes moderns més cosmopolites. Autor de vint llibres de poesia, de diversos volums d’assajos i d’unes quantes antologies de poesia sèrbia traduïda a l’anglès, ha estat guardonat amb els premis literaris més prestigiosos, com ara el Wallace Stevens, el Pulitzer i el Poet Laureate. Ha exercit de professor universitari durant més de trenta anys abans de la seva jubilació. Actualment viu a New Hampshire i viatja molt fent lectures i conferències pertot arreu.

Tot i que ha estat traduït a l’espanyol moltes vegades –la més recent és Una mosca en la sopa (Vaso Roto, 2010), un llibre de memòries–, fins ara no havia vingut mai a l’Estat espanyol: enguany era un dels convidats d’honor al festival Cosmo-poètica de Còrdova, i és allà on vaig coincidir amb ell. Com que fa temps que admiro la seva poesia fresca, incisiva, plena d’humor i imatges estranyes, vaig demanar-li d’entrevistar-lo, em va atendre amb una gran cordialitat i simpatia.

- Senyor Simic, parli’m dels seus inicis com a poeta.
De fet, quan em faltava un quadrimestre per acabar el batxillerat, vaig començar a escriure i alhora a pintar, i la meva primera ambició artística era ser pintor. Pintava aquarel·les amb molt d’entusiasme, era tota una obsessió, mentre que en la poesia no m’hi implicava gaire emocionalment. Tenia uns quants amics que escrivien poemes, i vaig pensar: “Per què no ho provo jo també?”. Encara no era conscient que m’hi enganxaria. A poc a poc la cosa es va anar complicant: vaig conèixer diverses persones que es prenien la poesia molt més seriosament i escrivien molt millor, i gràcies a elles em vaig adonar fins a quin punt eren dolents els meus primers versos. Aleshores vaig començar a preocupar-me’n i sobretot vaig llegir molt. Com que els llibres eren massa cars per comprar-los, anava a les biblioteques públiques de Chicago (on llavors vivia amb els meus pares) i en treia tota mena d’antologies poètiques.

- Quan va començar a publicar i a donar-se a conèixer?
L’any 1959 vaig tenir la meva primera publicació: dos poemes a la revista Chicago Review. Tot seguit me’n van publicar alguns més en una antologia de poetes joves. Però després, inesperadament, per una sèrie de circumstàncies difícils d’explicar, em van obligar a fer el servei militar, i vaig passar dos anys entre Alemanya i França, fent el paper ridícul de policia militar i no escrivint gens. Així i tot, li vaig demanar al meu germà que m’enviés els meus poemes, que estaven guardats a casa en una capsa de sabates. Els vaig rebre una nit freda de tardor. Em vaig asseure en un para-xocs, vaig obrir la capsa i vaig llegir a poc a poc tots els poemes. Eren horribles! Vaig agafar-los i els vaig llençar. Després em vaig ficar al llit i al cap d’uns minuts em vaig aixecar de nou, vaig recuperar els poemes i els vaig esquinçar en trossos ben petits. Em vaig sentir alleugerit. “I ara, què?”, em vaig preguntar. Mesos més tard, en tornar de l’exèrcit, vaig escriure poemes sobre petits objectes, sobre culleres, forquilles, etcètera. I aleshores vaig tenir clar que havia trobat la meva línia i que m’havia de dedicar a la poesia.

A vegades l’encant d’un poema pot estar en la seva imperfecció

- Rellegeix sovint els seus primers llibres? Sempre s’hi reconeix?
És clar que m’hi reconec, tot i que evidentment moltes coses han canviat durant els cinquanta anys que fa que escric. Rellegeixo els meus poemes juvenils, els veig massa impersonals, plens de defectes, i sempre tinc la temptació de canviar-los. Però això pot ser molt perillós: més que millorar-los, corro el risc de desgraciar-los. El que he après en tots aquests anys és que moltes vegades l’encant d’un poema està precisament en la seva imperfecció. Per posar una comparació, a vegades coneixem algú i al començament ens desconcerta que sigui una mica guerxo, però després ens hi acostumem, li agafem afecte i ens sembla que si no fos guerxo, no seria encantador.

- Parli’m de The World Doesn’t End (El món no s’acaba), aquell llibre de poemes que va guanyar el premi Pulitzer i el va consagrar com a poeta.
El curiós és que a aquest llibre se’l cataloga sempre com a poesia en prosa, tot i que jo, mentre feia aquells petits apunts, no tenia ni idea que estava escrivint poesia en prosa. Simplement, un dia, als anys vuitanta, quan el meu fill es va comprar una mena d’ordinador vell, vaig decidir aprendre a fer-lo servir i a picar textos. Vaig agafar els meus quaderns, en què anoto idees i frases disperses, i quan vaig començar a picar distretament totes aquelles notes, em vaig adonar que en tenia tantes, que fins i tot podien formar un llibre. Però ni tan sols quan en vaig fer un llibre no sabia a quin gènere pertanyien aquells textos. Pocs dies abans que sortissin publicats em va trucar la meva editora i em va exigir que jo mateix els catalogués: “En quina secció l’haurien de posar a les llibreries? Religió, ciència...?”. Després de pensar-m’ho força, i encara sense estar-ne gaire convençut, li vaig dir que en digués poesia en prosa. Curiosament, després no he pogut mai tornar a fer poemes d’aquest tipus. Tinc la sensació d’haver fet en aquella època tot el que puc fer en aquest gènere.

- Parli’m dels seus escriptors preferits, poetes i prosistes.
T’explicaré un detall de la meva infància. Durant uns anys que vaig estudiar en un institut de secundària de París, ens feien llegir Baudelaire, Rimbaud, Verlaine, Mallarmé i altres poetes francesos del segle XIX, i fins i tot aprendre els seus poemes de memòria. Em feien sortit davant de tota la classe i llegir de memòria alguna cosa com ara: “Sois sage, ô ma douleur, et tiens-toi plus tranquille...”. Això era un veritable malson, perquè el meu accent en francès era dolentíssim, i els altres nens es pixaven de riure mentre m’escoltaven. El professor, Monsieur Bertrand, era un sàdic que semblava passar-s’ho bé quan em veia patir. En acabar la secundària, vaig oblidar feliçment tota aquella poesia. Però molt més tard vaig rellegir Baudelaire, Rimbaud i altres poetes francesos i em vaig adonar que m’encantaven; vaig descobrir, fins i tot, que m’havia deixat influir molt per ells. També són molt importants per a mi, per dir només uns quants noms, els poetes nord-americans Wallace Stevens, Walt Whitman, Emily Dickinson, William Carlos Williams, o la russa Marina Tsvietàieva. Entre els prosistes, potser els que conec millor són els nord-americans, segurament perquè els llegia i els comentava en les meves classes quan feia de professor. M’encanten, per exemple, Dreiser, Sinclair Lewis, els contes de Hemingway... També parlava als meus cursos de literatura comparada de Kafka, Thomas Mann, Céline, que m’agraden molt. I estic convençut que la prosa que he llegit també ha tingut una gran influència en la meva poesia, així com la pintura i sobretot el cinema, que segurament és el que més ha influït, en general, en els poetes de la meva generació.

Una cosa que sí que em costa molt és escriure quan viatjo

- Expliqui’m on, quan i com escriu.
La veritat és que puc escriure, o pensar en un poema, gairebé a tot arreu: al carrer o als boscos de New Hampshire, on sovint passejo, o bé en un restaurant, tot observant la gent i escoltant les seves converses, o bé al llit, abans d’adormir-me, o bé a la cuina, mentre la meva dona prepara el dinar: això últim m’encanta, m’agrada molt escriure a la cuina quan hi ha alguna cosa coent-se als fogons, i els nostres gats i gossos pul·lulen per allà... No necessito silenci per escriure, fins i tot prefereixo que hi hagi una mica de soroll. A Nova York m’hi vaig acostumar prou, al soroll. El que em costa molt és escriure quan viatjo: si estic en un lloc nou, sobretot a Europa, procuro tenir els ulls i les orelles ben oberts, observo, m’enamoro de tot el que veig i em distrec contínuament i no puc concentrar-me en els poemes. Moltes vegades, quan era en un lloc preciós, com ara alguns pobles d’Itàlia, sortia al balcó de la meva habitació d’hotel, mirava el mar i el sol, i pensava: “Hauria d’escriure alguna cosa”. Però després sortia a passejar, em quedava embadalit davant d’aquell paisatge i m’oblidava completament d’escriure. Per això sempre estic més concentrat i més còmode escrivint a casa, perquè m’ajuda tenir les meves coses i els meus llibres a prop, i també veure el paisatge rural per la finestra.

Molt poques vegades escric totalment lúcid i convençut que el poema és bo

- Sempre pot valorar el poema racionalment mentre escriu?
Quan era jove, escrivia molt de nit, en plena eufòria, i els poemes em semblaven fantàstics, però l’endemà al matí els tornava a llegir i m’adonava que no valien res. Avui dia això ja no passa en aquesta mesura, però sí que moltes vegades, mentre escric, m’abstrec de la meva capacitat crítica, em torno una mica beneit –o inspirat, que és una altra manera de dir-ho– i tinc la sensació d’estar escrivint una cosa molt bona, però quan torno a pensar-hi amb calma començo a veure-hi defectes. Algunes vegades, molt poques, escric totalment lúcid i totalment convençut que el poema és bo i no hi canviaré ni una coma. Però ja et dic, això passa molt de tant en tant.

- Quin sol ser el punt de partida dels seus poemes? Una imatge, un vers, una paraula, una altra cosa?
Pot ser qualsevol d’aquestes coses, depèn del moment. A vegades un poema pot començar fins i tot amb un títol. Recordo haver escrit un poema, fa uns deu anys, que es deia Serving time (Servint el temps). En anglès és una frase feta; es pot dir, per exemple, que un presoner serveix el temps, és a dir, compleix una condemna. Vaig donar-li moltes voltes, a aquesta expressió, i vaig pensar que totes les persones, en el fons, no fem altra cosa que servir el temps, com si fóssim captius en una presó enorme sense vigilants, on només el temps ens mana. I vaig escriure un poema sobre això... A més a més, estic convençut que els poetes, a part de servir el temps, “servim el diccionari”, com deia Joseph Brodsky.

L’altre dia fins i tot vaig llegir poemes al meu gos; al final va remenar la cua

- A quina mena de públic s’adreça la seva poesia?
Estic convençut que un poema hauria de ser assequible a tothom, a qualsevol tipus de persona: evidentment, no tothom el podrà entendre a tots els nivells i amb tots els seus matisos, però en general hauria d’arribar a to- ta mena de lectors. Un dia, després d’un recital que vaig fer als EUA, se’m va acostar un home gran i em va dir, tot desconcertat: “Senyor Simic, això que ha llegit, realment era poesia?”. “És clar que sí!”, li vaig respondre. “Que estrany, doncs! Normalment no entenc gens la poesia, però el que vostè ha llegit m’ha semblat molt clar!”. Em va fer molta gràcia. L’altre dia fins i tot vaig llegir poemes al meu gos. Sembla mentida, però em mirava i m’escoltava atentament, i al final de la lectura va remenar la cua amb aprovació. I si ell també entengués els meu poemes? Imagina’t!

miércoles, 27 de abril de 2011

25 anys de la llei de sanitat


El 25 d'abril del 1986, va fer 25 anys, es va promulgar a Espanya la llei general de sanitat (LGS), el mecanisme que va reordenar l'obsolet i precari sistema sanitari que hi havia al país. Malauradament, Ernest Lluch que va pilotar amb mestratge l'aprovació LGS no ho pot celebrar.

En canvi avui tenim una mala notícia per a la sanitat pública a Catalunya, entre les propostes del Govern català, que de moment a fet publiques "que descarta detallar la retallada sanitària fins després de les eleccions municipals del 22 de maig". Realment com afectarà la retallada del Govern Mas a la sanitat no s’ha sap. El conseller Boi Ruiz a ajornat els detalls de la tisorada, ara el Govern ha decidit ajornar aquestes explicacions, tot hi haver anunciat que finalment la retallada en sanitat no arriba al 10%.

I la sanitat va ser per a tothom

La llei que va universalitzar l'atenció sanitària pública i va consolidar l'Estat del benestar fa 25 anys

RAFA JULVE / ÀNGELS GALLARDO - EL PERIÓDICO - 24 de abril del 2011

El 25 d'abril del 1986, demà farà 25 anys, es va promulgar a Espanya la llei general de sanitat (LGS), el mecanisme que va reordenar l'obsolet i precari sistema sanitari que hi havia al país.

Tres van ser els pilars en què es va sostenir el text legal, que va tenir com a principal impulsor el socialista Ernest Lluch, ministre de Sanitat entre el 1982 i el 1986, assassinat per ETA el 2000. El primer pilar va establir la universalitat del servei. Tots els ciutadans tenen el dret de rebre tractament i visita mèdica i no només els que cotitzen a la Seguretat Social, com havia estat fins llavors. El segon va reforçar la cohesió estructural a través del Sistema Nacional de Salut, l'organisme encarregat de coordinar les diferents xarxes assistencials que havien funcionat de manera inconnexa. I el tercer va impulsar una descentralització que va permetre a les comunitats autònomes organitzar i desenvolupar els seus serveis sanitaris públics. En paral·lel, la llei va establir que la sanitat pública passava a ser finançada pels impostos generals i no des de la Seguretat Social.

La idiosincràsia de cada comunitat

Com recorda Ramon Espasa, conseller de Sanitat entre el desembre del 1977 i l'abril del 1980, «la LGS va ser la importació per a tot Espanya dels principis i les propostes que des de la Conselleria de Sanitat del Govern de Tarradellas havíem fet per a Catalunya», que ja va obtenir les competències en aquesta matèria a principis dels anys 80, abans de la LGS. La resta d'autonomies les van començar a reclamar el 1991 en un procés que va culminar el 2004, quan les va demanar Madrid.

El conseller de Sanitat entre el juliol del 1988 i el gener del 1996 i director de l'Institut Català de la Salut entre el 1984 i el 1988, Xavier Trias, considera que la norma «va configurar el Sistema Nacional de Salut com la suma dels serveis de les comunitats autònomes, cosa que fa possible l'autogovern i la capacitat per estructurar els serveis responent a la idiosincràsia de cada comunitat». I també aprecia que «es va fonamentar en un concepte de sanitat que agrupa prevenció, diagnòstic, tractament i rehabilitació».

«És la norma que ha canviat més la vida de la gent els últims 30 anys a Espanya», diu Marina Geli, consellera de Salut entre el desembre del 2003 i el desembre del 2010. Per a Geli, «el gran canvi va ser fer el Sistema Nacional de Salut, que feia arribar l'assistència a tothom». I un segon avanç va consistir en el fet que «la manera de pagar-lo deixés de ser a partir de les cotitzacions a la Seguretat Social per passar a un finançament pels impostos generals».

La veritat sobre la sanitat pública

Retallar sense model, indiscriminadament, pot malmetre resultats i sortir més car en el futur

Marina Geli, exconsellera de Salut i diputada del PSC - EL PERIÓDICO - 26 de abril del 2011    

Durant els darrers 30 anys, al referir-nos al sistema sanitari català, per damunt de tot ho fèiem amb orgull col·lectiu, hereus d'una antiga història liderada pel municipalisme, la societat civil, el mutualisme. Som hereus del primer mapa sanitari del president Tarradellas, del conseller Espasa i l'aposta de salut pública, amb l'empremta també del PSUC, i del traspàs de competències del 1981. Som hereus de les etapes dels consellers Laporte i Trias que, després de la llei general de sanitat, opten per un model de sistema nacional de salut finançat per impostos, descentralitzat i universal.

La igualtat d'oportunitats en salut a Espanya i Catalunya té un nom propi, el del ministre Ernest Lluch i la llei general de sanitat del 1986. Tenim l'orgull d'haver tancat el somni del company i ministre impulsant la definitiva universalització, l'any passat, del sistema sanitari. Som hereus dels consellers Rius i Pomés, que van assumir infrafinançament i canvis demogràfics. Però, sobretot, som hereus d'un professionalisme sanitari ben format, compromès, que treballa amb criteris i xarxes internacionals.

Avui, en uns mesos de desconfiança i poca ambició, afirmem rotundament que tenim un bon sistema sanitari a Catalunya. La qualitat, equitat i eficiència estan entre les cinc millors del món. Tenim un sistema nacional de salut amb gestió diversa del servei públic, un assegurament privat complementari i un bon sector privat. El nivell de formació, docència i recerca biomèdica és alt i competitiu. Tenim un fort lideratge els darrers anys en salut pública, que ha culminat amb una llei aprovada per unanimitat: la llei de salut pública.

És fals que el sistema sanitari de català gasti molt i no ens el puguem permetre. La despesa real pública el 2010 va ser de 1.371 euros per persona/any i la privada, d'entorn els 400. És menys del 8% del PIB, la pública està per sota del 6%. Estem per sota d'Espanya, la Unió Europea dels 15 i molt per sota dels Estats Units. El 2003, el dèficit era de 1.850 milions d'euros. Abans estàvem pitjor, i fins i tot s'havia deixat de pagar nòmines alguns mesos. No és cert que s'hagi invertit massa en equipaments. La població ha crescut en 1,5 milions de persones els darrers 15 anys. El pla d'inversions 2004-2015 respon a necessitats territorials i a equipaments obsolets que requereixen reformes. Si invertim un 3% del pressupost anualment podem fer el que cal fer per millorar-los.

Amb la crisi, des del 2003 s'inicien reformes estructurals per disminuir la demanda i un protocol de prescripció de qualitat, passant de creixements anuals de més del 10% interanuals a decreixements del 12% aquest any. A més, hi ha les mesures conjunturals dures que s'han pres el 2010, com abaixar salaris i preus de productes sanitaris. El model retributiu del servei públic sanitari va apostar fa anys per una part variable per objectius i productivitat i una incentivació econòmica per metges i infermeres, que ha permès els darrers anys millores de la formació continuada i de la productivitat. Amb tot, el salari base és baix comparat amb la resta d'Espanya i el món.

La gestió i el finançament sanitari és responsabilitat de les comunitats autònomes. El 2005, el Govern de Maragall va impulsar el primer Informe Vilardell per a la sostenibilitat del sistema sanitari, i el Govern de Montilla en va impulsar el segon el 2010. Cal tancar urgentment el debat de l'equitat, la qualitat i la suficiència financera al Consell Interterritorial. Resten per a Catalunya la millora del finançament de desplaçats, el patrimoni o les malalties professionals. Més enllà del finançament de Catalunya millorat amb el nou Estatut, el debat de reducció del dèficit públic només es pot fer sense lesionar la qualitat dels serveis bàsics amb acords Catalunya endins i amb Espanya.

El sistema sanitari no només no és un forat de despesa, sinó que genera una important economia productiva i ocupació de qualitat, amb un alt nivell formatiu. El model sanitari a Catalunya és un dels elements clau de l'equilibri territorial del país. I la recerca i la innovació han de permetre que la salut sigui un dels sectors estratègics de l'economia catalana.

Tenim un país i un sector acostumat com ningú a pactar, i això és el que correspon fer ara

En resum, cal lideratge i diàleg polític, professional i social. Cal posar tots el números reals d'ingressos (inclosa la recaptació d'impostos) i despeses i discutir el model. Cal impulsar la central de resultats, recuperar l'orgull i la confiança. Retallar sense model indiscriminadament pot malmetre resultats i ser més car en el futur. I cal pactar. Tenim un país i un sector acostumat com ningú a pactar: amb col·legis professionals, associacions acadèmiques i d'usuaris, sindicats i patronals. I al seu costat estem els polítics, que per damunt de tot no volem perdre qualitat i equitat i sabem que cal ser més eficient. Però necessitem parlar de model, i no de tòpics.

25 años de la ley de sanidad

Ángeles Amador,  fue Ministra de Sanidad - Público - 25 Abril, 2011

El día 11 de junio de 1985, el ministro de Sanidad del Gobierno de Felipe González, Ernest Lluch Martín, presentaba ante el Pleno del Congreso de los Diputados el proyecto de la Ley General de Sanidad con las siguientes palabras: “Creo que defender aquí este proyecto de ley tiene una razón fundamental, al menos para los socialistas; es defender un proyecto de ley que extiende la sanidad a todos los ciudadanos, es conseguir en un Estado democrático algo que está en el prefacio de la Constitución, que dice que no solamente queremos construir una sociedad democrática sino que queremos construir una sociedad democrática avanzada, y una de las concreciones de una sociedad democrática avanzada es, a partir de que esta ley se apruebe y se ponga en marcha, que todos los ciudadanos de este país tendrán derecho a una sanidad pública”.

La Ley General de Sanidad, impulsada y defendida contra viento y marea por el ministro Lluch, superó las enmiendas de totalidad que solicitaban la devolución del proyecto de Ley al Gobierno, presentadas por todos los grupos parlamentarios de la Cámara. La ley fue finalmente aprobada por las Cortes Generales y promulgada el 25 de abril de 1986.

Hoy todos deberíamos celebrar el 25aniversario de su promulgación, porque el Sistema Nacional de Salud que la ley creó y que garantiza la protección de la salud de todas las personas, responsabilizando a los poderes públicos de la efectividad de ese derecho constitucionalmente reconocido, debería ser un patrimonio compartido.

La sanidad, una de las más complejas responsabilidades asumidas por el Estado, tiene al menos dos dimensiones básicas: la primera es la garantía de la igualdad sustancial ante la necesidad; la segunda es la regulación de un bien, el acceso a los servicios de salud, que ha escapado a los mecanismos de regulación del mercado.

Somos más libres cuando sabemos que ante un problema de salud no quedamos abandonados a nuestra suerte

La sanidad pública es, por tanto, un factor fundamental de cohesión social. Contribuye decisivamente a la reducción de las desigualdades sociales. Genera confianza y seguridad porque ahuyenta el miedo a los imponderables de la enfermedad. Somos más libres cuando sabemos que ante un problema de salud no quedamos abandonados a nuestra suerte. Su rentabilidad social es por tanto muy alta.

La ventanilla sanitaria es hoy el principal sensor para detectar los problemas de la sociedad en la que vivimos. En ella se perciben de manera privilegiada las desigualdades sociales, las carencias educativas, culturales, económicas, afectivas. Y también las carencias sociales de la organización política.

Conviene alertar sobre los riesgos de algunas propuestas políticas que ponen en riesgo nuestro sistema público de salud

Lo que conmemoramos es una gran conquista social porque la desigualdad ante la salud es la más insoportable de las desigualdades. Y por ello conviene alertar sobre los riesgos de algunas propuestas políticas que, lejos de consolidar y mejorar nuestro Sistema Nacional de Salud, lo ponen en riesgo.

Algunas de las amenazas que acechan a nuestro modelo son las desigualdades en el acceso a las prestaciones sanitarias en las distintas comunidades autónomas, las reducciones del presupuesto sanitario, la propuesta de introducir barreras económicas para acceder a los servicios de salud, la transformación del modelo de gestión del servicio público –con consecuencias, en algunos casos, sobre elementos esenciales del propio servicio público porque transfieren responsabilidades a manos privadas– y las demoras y carencias en la atención sanitaria, que vacían de contenido el propio derecho de los ciudadanos a la protección de la salud y llegan a comprometer la vida de los pacientes por falta de medios.

Todos esos riesgos son consecuencia de decisiones políticas que traducen, sin hacerla suficientemente explícita, una concepción distinta de cuáles deben ser las funciones del Estado y qué prioridad debe darse al reconocimiento efectivo de los derechos sociales. La salud como problema individual y los recursos públicos menguados.

Es momento de recordar que ninguna conquista social es irreversible. Y que no es verdad que el mantenimiento y la mejora del sistema sanitario público estén garantizados, con independencia de quien gobierne.

En España, la sanidad pública ha sido siempre objetivo de la sociedad progresista. El Sistema Nacional de Salud, establecido en 1986 y que ha ido consolidando el modelo sanitario público, proporcionó cobertura sanitaria a siete millones de españoles que carecían de ella. Financiado mediante ingresos del Estado –las cotizaciones sociales se dejan para atender las prestaciones contributivas de la Seguridad Social–, el sistema garantiza el acceso equitativo a los servicios de salud (iguales prestaciones para iguales necesidades), es gestionado por las comunidades autónomas y tiene encomendada la protección efectiva de nuestra salud mediante la integración de la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, la curación y la rehabilitación.

El compromiso del ministro Lluch con la consecución de una sociedad democrática avanzada le costó la vida. Su Ley General de Sanidad ha mejorado la vida de millones de ciudadanos a lo largo de estos 25 años. Y nos permite reconocernos como una sociedad digna de tal nombre en un mundo convulso donde todavía tantos seres humanos están abandonados a su suerte.

La base de la calidad

Ernest Lluch pilotó con maestría la aprobación de la ley general de sanidad

FRANCISCO SEVILLA, consejero español de Sanidad en la UE - EL PERIÓDICO - 24/04/2011 

La ley general de sanidad (LGS) cumple mañana 25 años aplaudida por la mayoría, el mejor homenaje para su impulsor y máximo responsable, Ernest Lluch, ministro de Sanidad en el primer Gobierno socialista. Lluch, en plena grave crisis económica, asumió el casi imposible reto de dar respuesta a los compromisos electorales de universalizar la atención sanitaria y crear las bases de un sistema sanitario de calidad.

La LGS se dotó de un itinerario realista para alcanzar un sistema de cobertura universal financiado con impuestos y adaptado a la distribución competencial recogida en la Constitución de 1978. El debate que culminó con la aprobación de la ley no fue fácil y Lluch pilotó con maestría una maniobra llena de dificultades.

El mayor éxito de Lluch fue conseguir que la LGS no pudiese ser abortada por los poderes corporativos más rancios, ni durante su gestación, ni después. El propio ministro, años más tarde, desveló la operación Primavera, cuyo objetivo era evitar la implantación en España de un Sistema Nacional de Salud (SNS) de todos para todos. Alianza Popular votó contra artículos claves de la ley.

Los españoles tenemos en el 2011 un sistema sanitario universal que ha sido capaz de dar respuesta al crecimiento de población de la última década y adaptado a las características de cada comunidad autónoma. Un sistema sanitario con una amplísima cartera de servicios y gratuito en el punto de acceso. Unos servicios sanitarios de alta calidad y accesibles tanto geográfica como organizativamente. Estos elementos, entre otros, hacen que la sanidad sea el servicio público mejor valorado por los españoles.

La LGS, 25 años después, además de mantener su vigencia, recoge los principios necesarios para dar garantía de futuro al sistema sanitario público en España. El entorno actual es radicalmente diferente al de entonces, política, sociológica, y económicamente. España (y Europa) nada tiene que ver con aquella en la que hace 25 años iniciaba su andadura la LGS, pero hay un condicionante similar. La LGS se gestó en una crisis económica sin precedentes en aquel momento. El SNS en el 2011 sufre las consecuencias de la mayor crisis de la historia contemporánea y el sistema sanitario público saldrá reforzado si somos capaces de buscar soluciones concertadas, realistas, que respondan a las expectativas de los ciudadanos y sean coherentes con los principios de universalidad y solidaridad con los que Lluch dotó la LGS.

Un SNS fortalecido con una nueva ley de salud pública que ponga la promoción de la salud como eje central de las políticas públicas y la prevención como principal reto. Un SNS que garantice que no haya ningún español que en España pueda quedar en situación de desamparo sanitario en ningún momento. Un SNS que coopere a la construcción europea. Un SNS que, manteniendo la universalidad en la cobertura y la solidaridad en su financiación, incorpore las modificaciones organizativas necesarias para responder a las necesidades de los ciudadanos, y garantizar a sus profesionales el mejor desarrollo profesional. Lluch nos enseñó cómo hacerlo y debemos estar a la altura del reto.

miércoles, 20 de abril de 2011

Josep Pla, un gran escriptor i un singular testimoniatge de la història


Josep Pla i Casadevall (Palafrugell, Baix Empordà, 1897 - Llofriu, Baix Empordà, 1981) fou un escriptor i periodista català.

La seva original i extensa obra literària, que abasta de forma gairebé ininterrompuda sis dècades i més de 30.000 pàgines, va ser essencial en la modernització de la llengua catalana i en la divulgació dels costums i tradicions locals. Els seus articles d'opinió, les seves cròniques periodístiques i els seus reportatges socials de nombrosos països constitueixen també un singular testimoniatge de la història del segle XX.

Pla era encara l'autor més llegit de la literatura en català 30 anys després de la seva mort, i tothom l'ha consagrat unànimement com el prosista més important de la literatura catalana contemporània.

Trenta anys sense Pla

EDITORIAL - EL PERIÓDICO - 20 de abril del 2011

Dissabte que ve, dia de Sant Jordi, es compliran 30 anys de la mort de Josep Pla, un dels escriptors més importants de la literatura catalana de totes les èpoques, prosista tenaç, notari d'un país i de la seva gent al llarg del segle XX. La seva rellevància s'ha anat consolidant després de la seva mort, destacant com una aportació singular i decisiva, més enllà de les coordenades ideològiques i polítiques que van coartar al seu moment la recepció de tan vasta producció. El llegat de Pla, gràcies en bona part als treballs constants de conservació, difusió científica i divulgació de la seva persona i la seva obra a càrrec de la fundació que porta el nom de l'escriptor, emergeix avui amb tota la seva transcendència. A tot plegat s'uneix la recent creació de la Càtedra Josep Pla de la Universitat de Girona, amb la participació del Grup 62, posseïdor dels drets editorials, i de la mateixa fundació, amb el propòsit declarat d'indagar en un personatge tan rellevant.

Sota demanda digital es pot tornar a adquirir després de molts anys l'obra completa de l'autor de Palafrugell, i l'aproximació més seriosa a la seva literatura (l'assaig de Josep Maria Castellet Josep Pla o la raó narrativa) també s'ha reeditat amb un epíleg que proposa nous camins a seguir. És necessari, en aquest trentè aniversari ple de celebracions, repensar l'aportació de Pla, estudiar críticament els seus textos i apostar definitivament per la seva projecció internacional (estan previstes traduccions d’El quadern gris al francès i l'anglès) com un dels valors més sòlids de la nostra cultura.

Pla, passat en net

El Grup 62 projecta començar a editar nous inèdits aquest mateix any

Al juny es publicarà la primera de les seves obres en versió corregida i definitiva

ERNEST ALÓS - EL PERIÓDICO - 20 de abril del 2011

L'Any Pla, el 1997, centenari del naixement de Josep Pla, va marcar un abans i un després en el coneixement i la difusió de l'obra de l'escriptor de Palafrugell. El 30è aniversari de la seva mort, el 23 d'abril, ha arribat sense soroll però coincideix, segons l'editor Jordi Cornudella, amb l'inici d'«una edat d'or planiana», marcada per la creació de la Càtedra Josep Pla i la decisió dels seus hereus de dipositar progressivament a la fundació de Palafrugell que porta el seu nom l'ingent arxiu que conserven. Els fruits ja es començaran a veure el mes de juny vinent, quan aparegui el primer volum de l'obra de Pla revisat i expurgat dels nombrosos errors que contenen les obres completes.

Abans de final d'any també ha d'aparèixer el primer inèdit d'una potencial llarga sèrie de sorpreses, i es treballa perquè el 2012 arribi una peça major: la versió definitiva del Quadern gris, a partir de l'edició crítica de Narcís Garolera, que va assenyalar la necessitat de fer-hi prop de 4.000 correccions, i coincidint amb les traduccions íntegres al francès (Gallimard) i anglès (NYRB).

REVISAR ELS TEXTOS / El 21 d'octubre es va constituir la Càtedra Josep Pla arran d'un acord entre els hereus, la Fundació Josep Pla, el Grup 62 i la Universitat de Girona, i es va anunciar la reedició de les obres completes en impressió digital sota demanda. Les vendes (modestes, això sí) «s'han multiplicat per quatre», explica Jordi Cornudella, un dels representants del Grup 62 a la càtedra. «El segon pas és editar-les d'una altra manera», afegeix. La càtedra serà la responsable de fixar el text, tenint en compte els errors tipogràfics i de transcripció del manuscrit original i depurant les diverses correccions de les diferents edicions, segons Cornudella «algunes clarament d'autor, altres de corrector descontrolat».

La primera edició en la col·lecció La Butxaca revisada per la càtedra serà, al mes de juny, una selecció d’Aigua de mar, amb les narracions de tema mariner. A diferència de les quatre compilacions publicades en format butxaca en els últims anys, no partirà de les obres completes. Aquesta sèrie té la voluntat de convertir-se en el nucli de l'obra planiana. «L'obra de Pla és tan gran -opina Cornudella- que s'ha de fixar un cànon reduït, diguem les 6.000 pàgines que considerem imprescindibles. I avui la canonització ja no passa per les obres completes, està a la butxaca i, quan l'autor ho vol, en la versió electrònica».

ELS INÈDITS / Tot i que el procés de fixar el text definitiu de l'obra de Pla és fonamental, potser no és tan atractiu com la possibilitat que s'obre de publicar nous textos inèdits, a partir de dietaris i correspondència. «La família està posant ordre i ens va donant la documentació a mesura que la va classificant», explica la directora de la Fundació Josep Pla, Anna Aguiló. «Hi ha correspondència clarament identificada -afegeix- però també centenars de cartes de gent anònima. Hi ha dietaris i també molts papers solts, que s'han de llegir i contextualitzar abans de donar-los forma. Serà una feina molt lenta de fer».

Tot i així, el Grup 62, editor de l'obra de Pla, compta publicar una reedició en butxaca i una peça inèdita a l'any, començant ja el 2011. El primer candidat és un dietari del 1936, tot i que una vegada llegit no és suficient per justificar per si mateix un volum. Seria més fàcil publicar algun epistolari ben identificat i d'evident interès, com la correspondència entre Pla i Baltasar Porcel. I més intrigant que el nebot de Pla Frank Keerl tregui una perla del seu arxiu. O que surtin a la llum les cartes de Pla a una de les dones amb qui va mantenir relacions, Consuelo, en mans d'un col·leccionista.

Autor menysvalorat de novel·les i relats

VICENÇ PAGÈS JORDÀ, escriptor - EL PERIÓDICO - 20 de abril del 2011

En les obres dedicades a Josep Pla, la ficció és tractada sovint com un apèndix gairebé prescindible, que queda sepultat sota els dietaris, els llibres de viatges, les entrevistes i les cròniques. Certament, la contribució de Pla a la no-ficció és prolongada i consistent, però seria injust que ens fes oblidar la seva dedicació a la narrativa, que va mantenir durant tota la seva vida, sobretot en forma de relat.

Llegint determinades històries de la literatura, pot fer la impressió que Pla va escriure una sola novel·la, El carrer estret, de l'any 1951, que en realitat és una successió de retrats. Però dos anys després apareixia Nocturn de primavera, que presenta una estructura molt més lligada, perquè recull amb detall una festa de compromís. Entre l'una i l'altra va aparèixer Girona, un llibre de records, que és una ficció en la mesura que està escrita per un personatge, Albert Ferrer; pel que fa a la seva estructura, no resulta menys novel·lística que El carrer estret. Més tard, l'any 1968, es publica El campanaret, una altra compilació de quadros que, com a mínim a la contracoberta de l'exemplar que tinc a casa, és qualificat de novel·la. I, finalment, el 1972 apareix L'herència, una novel·la que fa servir el mateix recurs que El carrer estret i El campanaret: un ciutadà foraster arriba a un poble o una vila i, tot passejant-hi, la descriu.

Còmput variable

Al marge de les narracions llargues incloses a El quadern gris, Aigua de mar i La vida amarga, doncs, podem comptar fins a cinc novel·les, o bé tres si n'eliminem Girona i El campanaret. Joan Fuster, a Literatura catalana contemporània de 1971, n'esmenta només dues perquè llavors L'herència encara no havia vist la llum. Resulta curiós que alguns manuals posteriors mantinguin el còmput de Fuster, anacrònic a partir de l'any següent. Encara el 1993, Josep Palau i Fabre va escriure un article titulat L'única novel·la de Josep Pla on es pot llegir que «Pla va escriure o va creure escriure dues novel·les, El carrer estret i Nocturn de primavera». Més tard, l'any 1999, al capítol que Cristina Badosa dedica a Pla dins Literatura catalana contemporània, no esmenta ni una sola de les novel·les. En la mateixa línia, a La novel·la catalana de postguerra, de 1982, Joan Triadú esmenta, de passada, els «intents novel·lístics» de Pla, com si la tasca del crític fos diferenciar els intents de les novel·les pròpiament dites.

Una part de la responsabilitat es pot atribuir al mateix Pla, que s'havia referit a la novel·la com «la literatura infantil dels adults». I, no obstant això, les seves novel·les formen un petit cicle balzaquià que cobreix les poblacions principals de la demarcació, que serien, per ordre de publicació, Palafrugell, Girona, la Bisbal, Llofriu i Torroella de Montgrí. Certament, no posseeixen la trama absorbent d'un best-seller, però es poden situar en el context de l'experimentalisme narratiu del segle XX, des de l'avantguarda fins al nouveau roman. Al cap i a la fi, Josep Pla era un devot confés de James Joyce.

Novel·lista frustrat

Com ell mateix va reconèixer, va ser un novel·lista frustrat per la voràgine periodística. I, tot i així, tal com apunta Valentí Puig, «podríem prescindir de la seva obra memorialística i només amb les novel·les i relats tindríem un escriptor de primer ordre en la literatura catalana».

Pla de viva veu

Josep Valls reuneix a 'Josep Pla oral' 183 frases de les xerrades que va mantenir amb l'escriptor al Motel Empordà, entre 1973 i 1981

LLUÏSA FUENTES - EL PERIÓDICO - 20 de abril del 2011

«Jo ja sabia de l'existència de Josep Pla perquè quan era petit havia llegit la secció Calendario sin fechas que publicava a la revista Destino i el tenia com un ídol literari. En el moment que vaig tenir l'oportunitat de parlar amb ell se'm va obrir el cel», explica Josep Valls (Sant Feliu de Pallerols, Girona, 1944), autor de Josep Pla oral (Acontravent), una selecció de 183 grans sentències que va sentir dir a l'escriptor durant les nombroses i inacabables converses que tots dos van mantenir al Motel Empordà de Figueres, entre el 1973 i el 1981, on Valls va treballar com a administrador.

«No li agradava menjar sol»

En aquell moment l'autor ja era conscient que estava vivint una cosa excepcional i, «per tenir-ne un record personal», cada dia, després de la feina, escrivia tot el que li havia cridat l'atenció de les converses mantingudes amb Pla durant la jornada. Ho va fer fins a l'abril del 1981, quan l'escriptor va morir.

Va ser la casualitat la que va fer que Pla i Valls es fessin amics: «Un dia el senyor Mercader [el fundador del Motel, Josep Mercader] em va dir que m'assegués a la taula numero 26 del restaurant [la que sempre escollia el prosista de Palafrugell] per entretenir-lo, perquè no li agradava menjar sol», recorda Valls, que també li va fer de confessor, xòfer i secretari. Aquell dia hi havia molta feina i ningú podia dedicar el seu temps a Pla.

«El que més em va xocar va ser que era un home que parlava com escrivia i escrivia com parlava, era un seductor sense proposar-s'ho, una persona que sabia de tot», explica. Valls no ha publicat tot el que va parlar amb Pla durant els nou últims anys de la seva vida -«hi ha coses que me les guardo per a mi», confessa-, sobretot perquè en aquell moment l'autor d’El quadern gris estava deteriorat físicament i començava a necessitar l'ajuda dels altres.

Valls recorda que Pla no era un bon gurmet -«no gens, tot era literatura, almenys quan el vaig conèixer»-, menjava poquíssim i tenia dificultats per mastegar, «per això al el motel vam inventar un plat que vam batejar amb el nom de Perdiu a la col Josep Pla, que era desosada».

Valls, narrador, assagista i biògraf, que ha escrit tres llibres més sobre Pla, explica que les sentències recullen la filosofia de l'autor de Nocturn de primavera en temes com política, religió, art o literatura i són de gran actualitat 35 anys després. Dos exemples: «Els catalans no sabem governar perquè no hem tingut mai l'ocasió de practicar això que a Madrid fan com aquell qui es menja un préssec», i «És colossal! En aquest país cada dia hi ha més gent que és queda sense feina, cada dia hi ha més morts a les carreteres, cada dia és mengen coses més dolentes, cada dia tothom s'entén menys. Però quan un pregunta com va tot, tothom contesta invariablement: 'Anar fent!».

Feixista

A través de les cites, algunes ja publicades el 1982 al diari El Punt, el lector descobreix quina imatge tenia Pla de si mateix: «Em diuen que sóc feixista. El que sóc és l'home que aquí va perdre més calés durant el franquisme, pels molts articles meus que van anar directament al cove»- o frases lapidàries: «Si vostè està interessat en les coses hiperbòliques, tracti de ser feliç. Si és més enraonat, tracti de viure, que ja és prou difícil».

viernes, 15 de abril de 2011

Milers de persones protesten a la plaça Sant Jaume per la tisorada als serveis públics


Primera gran protesta contra el Govern d'Artur Mas. Milers de persones han omplert aquest dijous a la tarda la plaça Sant Jaume de Barcelona i els voltants per manifestar-se contra la retallada dels serveis públics anunciada per l'Executiu català. La majoria d'assistents a la concentració han estat professionals del sector sanitari que han repetit diverses vegades al conseller de Salut, Boi Ruiz, que dimiteixi. La tisorada del 10% del pressupost de la Generalitat significa retallar aquest mateix percentatge del sector sanitari, cosa que els professionals de la salut ja han advertit que no permetran.

- Una molt bona crònica periodística de la manifestació: 

Mas pierde en la calle y los despachos

Casi 22.000 personas colapsan el Barri Gòtic contra los recortes - Los hospitales se rebelan y alertan de que será imposible reducir el gasto más del 5% este año

EL PAÍS - 15/04/2011

Las protestas contra los recortes sociales impuestos por la Generalitat dieron ayer un salto cualitativo importante en Barcelona con una concentración que desbordó todas las previsiones. Un acto sindical pensado para ser pequeño, celebrado una tarde de diario y en un espacio, la plaza de Sant Jaume donde apenas caben 7.000 u 8.000 personas se desbordó hasta convertirse en una protesta ciudadana con casi 22.000 asistentes, según cálculos de EL PAÍS, y un grito insistente: "¡La sanidad y la educación no se tocan!". Calles y plazas del Barri Gòtic se colapsaron, hasta el punto de que varios cientos de personas cambiaron de planes: medio millar se dirigieron al Parlament al grito de "¡Mas, dimisión!", mientras que otros optaron por cortar la Ronda Litoral.

La protesta corta la plaza de Catalunya, la Via Laietana y la Ronda Litoral

Mucho antes de las seis de la tarde, hora fijada para la concentración, miles de personas marchaban ya hacia la plaza de Sant Jaume, sede de la Generalitat, en la primera gran manifestación a la que se enfrenta el Gobierno de Artur Mas, que está perdiendo la mano en los despachos de los hospitales y en la calle. Las protestas acabaron colapsando también la Via Laietana y la plaza de Catalunya.

Minutos antes de la hora fijada, era prácticamente imposible caminar en torno a la estación de metro de Jaume I, la más cercana a la plaza. Allí, cientos de personas blandían banderolas y hacían sonar silbatos y tambores para dejar patente su malestar por los recortes. Entre ellos había de todo: profesores, familias, asociaciones de vecinos...

Pero abundaban por encima de las demás las personas vestidas con batas blancas con un crespón negro. Aunque los recortes afectan a todos los ámbitos sociales, la sanidad ha sido la chispa que ha hecho prender la mecha de la movilización social.

"Hay poco pan para tantos chorizos", "los recortes, para los bancos", "no a la privatización de la sanidad pública" y "parches para hoy, necrosis para mañana" rezaban algunas de las muchas pancartas que portaban los manifestantes. En el punto álgido de la protesta, pasadas las 18.30, los empujones fueron la única manera de aproximarse hasta el corazón de la protesta, y las estrechas calles del Barri Gòtic se hicieron aún más angostas ante la imposibilidad de acoger las oleadas de personas que llegaban en metro. Precisamente en este punto se inició un enfrentamiento entre unos manifestantes que intentaban salir y otros que se quejaban de los empujones. Al grito de "¡tenemos una mareada!", una enfermera se abrió paso, de la mano de su compañera, que no fue capaz de soportarlo y buscó refugio en una de las tiendas de la plaza.

Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana calcularon que la asistencia fue de 10.000 personas. Según fuentes municipales, este fue el resultado de sumar 6.000 personas en una plaza de Sant Jaume casi llena y apenas entre 3.000 y 4.000 en las calles aledañas. Los cálculos de EL PAÍS fueron muy superiores. Siete redactores desplegados en la zona constataron que la asistencia también fue masiva por la calle de Jaume I hasta la Via Laietana, por Ferran hasta Avinyó y por la calle del Bisbe hasta la catedral.

Anna García, de 53 años y madre de un enfermo de cáncer, aseguró que vive el día a día en el hospital de Vall d'Hebron y "no pueden asumir un recorte como el que pretenden hacer". García acusó a Mas de acometer las medidas ahora: "Aún faltan cuatro años para las elecciones y espera que nos olvidemos". Los gritos de "¡Mas, dimisión!" sonaron durante toda la marcha.

Los manifestantes que bajaban por el otro lado de la plaza, desde el Portal de l'Àngel, no pudieron acceder a través de las calles colindantes y optaron por llegar a través de la Via Laietana, lugar en el que se llamaba a la calma. Un grupo, organizado en el colectivo Malestar.org, lamentaba que los recortes "comprometen el futuro"."Nos sentimos olvidados por el Gobierno de Artur Mas", se quejaron. Otros jóvenes, estudiantes en prácticas en el Clínic, temían por su futuro. "Nos iremos directos al paro cuando acabemos la carrera", auguró Clara Vázquez, de 22 años. Su compañera, Natalia G., añadía que "el colectivo de las enfermeras es el más infravalorado y el que más sufrirá el recorte"

Banderas de sindicatos (CC OO, UGT, SATSE) ondeaban bajo un sol que brillaba más de lo que habían previsto los asistentes. Hacía calor. Los compañeros de los mismos centros se encontraban y abrazaban. Por un día, los distintos sindicatos confraternizaban y olvidaban las habituales batallas. "¡Manos arriba, esto es un atraco!", "¡consejero, dimisión!", retumbaban los eslóganes. Mientras, los fotógrafos disparaban desde el Ayuntamiento.

El éxito de la concentración de ayer confirma que los recortes de Mas ya han perdido la batalla en la calle, cada vez más airada y desconfiada con los resultados finales de los recortes. Pero la persona que más encarna los recortes, el consejero de Salud, Boi Ruiz, recibió ayer un golpe aún más duro de los despachos del Consorcio de Salud y Social de Cataluña (CSC), una especie de gran patronal de gestores públicos y concertados que agrupa a la mayoría de los hospitales comarcales, ambulatorios y centros sociosanitarios, que atienden a más de la mitad de la población catalana.

Para el CSC, recortar el 10% en un año el gasto de los centros sanitarios catalanes -entre el 8% y el 16%, según el hospital- tendrá "consecuencias graves e irreparables" para el sistema, "supondrá un enorme desgaste para los profesionales" y causará un gran "impacto negativo en la ciudadanía". La conclusión del CSC -que coincide en lo esencial con lo afirmado por médicos, alcaldes, sindicatos y oposición política- es que un recorte del 10% no solo desangraría al sistema, sino que "es un objetivo inalcanzable y abocado al fracaso" si se impone de forma unilateral.

Los hospitales del CSC, como antes hicieron otros, concluyen que este año es imposible recortar más del 5%, apenas la mitad del objetivo fijado por el consejero. El CSC, que no discute la necesidad de la reforma del sistema para garantizar su sostenibilidad, considera que cualquier ahorro adicional debe pasar por "reformas estructurales", que deberían llevar a cabo los Gobiernos autónomos y el central. "Tras el 22 de mayo, otras comunidades también deberán iniciar reformas, lo que permitirá abordar algunas a nivel nacional", concluye.

Si el éxito de la manifestación de ayer fue un duro golpe para Boi Ruiz, el comunicado del CSC puede significar el acta de defunción de los recortes tal como los había concebido el consejero de Salud. Ruiz prácticamente se ha quedado solo tras perder en las últimas dos semanas cualquier atisbo de apoyo de los sindicatos, la patronal, los médicos, los alcaldes y la oposición.

"Menos material"

El Gobierno de Mas ha tratado de reaccionar esta semana aprobando un estéril acuerdo que garantiza las urgencias, la asistencia en los casos graves y la atención primaria. Fuentes del Gobierno también se han esforzado en extender la idea de que los recortes aún se están negociando y no hay nada cerrado. Pero ayer, en la marcha, todos coincidían en que los recortes ya son una realidad. "Tenemos menos material y se realizan menos intervenciones", explicó un grupo de enfermeras del hospital Clínic. "Quieren cerrar una planta entera", afirmaba un berlinés que trabaja en el de Sant Joan de Déu.

La concentración, pese a su éxito, acabó sabiendo a poco. "¿Y ahora qué, ya está?, se preguntaba una celadora de Bellvitge. "No, esto es solo el principio", avisó otra del grupo.

- Quatre interessants articles d’opinió sobre les els anuncis de retallades de serveis públics que també parlant d’economia, de ideologia, de responsabilitats i de sacrificis: 

No és això, president, no és això

Les raons que fan inevitables els ajustos i la seva duresa aconsellaven un pacte previ

Josep Oliver Alonso, Catedràtic d'Economia Aplicada (UAB) - EL PERIÓDICO - 14 de abril del 2011    

El continuat rumor sobre retallades en serveis bàsics (salut, educació o universitats, entre altres) ha saltat al carrer, amb una opinió pública, i publicada, que comença a traduir un creixent desassossec i malestar. En aquesta situació és fàcil tergiversar posicions, confondre el públic i caure en la demagògia, quan el que cal és tranquil·litat i calma per afrontar les difícils circumstàncies que ens ha tocat viure.

Per això, en pro de procurar una mica de llum sobre aquest complex debat, que el lector em permeti fer algunes precisions. Tres són els àmbits de reflexió que em semblen rellevants, encara que tots ells estan molt entrellaçats. El primer, el relatiu a la necessitat dels ajustos en curs i, per això mateix, al desitjable consens social i polític per procedir a aplicar-los. El segon, al seu negatiu impacte sobre la distribució de la renda. I, finalment, al seu caràcter conjuntural o estructural, aspecte que, de tots plegats, em sembla el més substantiu.

D'ENTRADA, i en primer lloc, el meu suport genèric a la reducció de la despesa pública. La redefinició de les regles de pertinença a l'euro, la caiguda de Grècia, Irlanda i ara de Portugal, els tambors que anuncien que Espanya serà el següent país que caurà, i els problemes de refinançament del deute de la Generalitat aconsellen severitat, i promptitud, en les mesures a adoptar. Encara que també convé ara recordar que si tenim dificultats de finançament del sector públic, no és perquè aquest estigui especialment ben dotat, com a mostra qualsevol comparació amb altres països als quals ens volem assemblar, tant econòmicament com socialment (des de França i Alemanya fins als països nòrdics). Contràriament, la crisi de les nostres finances públiques és el resultat d'un col·lapse de la fiscalitat associada a un creixement basat en excessos insostenibles de deute privat. Per tot plegat, i per la inevitable duresa que impliquen, les retallades que s'implementaran s'haurien d'haver pactat. Lamentablement, el Govern va perdre una primera oportunitat amb la fallida cimera contra la crisi. Seria convenient que no la tornés a perdre abans del debat dels pressupostos, encara que les posicions de partida, i les decisions ja adoptades fan pràcticament inviable qualsevol acord raonable.

En segon lloc, no és acceptable una retallada sense matisacions de la despesa alhora que se suprimeixen figures impositives que, sigui quin en sigui l'abast en termes de recaptació, limiten la capacitat financera de la Generalitat i empitjoren la distribució de la renda. I això en un país en què aquesta dista d'estar correctament distribuïda. I aquí ningú està lliure de culpa. No ho està el Govern de José Luis Rodríguez Zapatero que, prenent una incomprensible decisió, va suprimir l'impost sobre el patrimoni, amb la qual cosa ha de compensar la pèrdua d'ingressos que significa per a Catalunya (més de 500 milions d'euros) amb altres procedents d'altres fonts, que paguem entre tots. Ni tampoc el tripartit, que va reduir dràsticament l'impost de successions. Ni, per descomptat, l'actual Govern, que l'ha deixat pràcticament a zero, des dels 250 milions en què havia quedat. S'ha de retallar despesa. Però, al mateix temps, s'ha de distribuir, de la manera més equitativa possible, el cost d'aquest ajust. I no sembla que les rendes més altes siguin, en vista d'aquests canvis fiscals, les que en surtin més malparades. La ciutadania entendria molt més bé que, si és imprescindible arribar a la insòlita mesura de tancar plantes en alguns hospitals de capçalera, aquesta es prengués després d'aprofitar al màxim els ingressos potencials. I convé no oblidar que la sanitat pública és, al nostre Estat del benestar, un dels mecanismes de redistribució de la renda més poderosos de què disposem.

Finalment, la retallada proposada té un aspecte més fosc quan s'emmarca a l'horitzó que el president Mas està dibuixant, que no sembla cap altre que la reducció de la pressió fiscal, en el moment en què la millora econòmica la faci possible. ¿Això vol dir que el Govern està pensant a reduir ara la despesa pública i posteriorment els ingressos? ¿Ens està dient el president que la inevitable i ineludible contracció conjuntural de la despesa pública es transformarà en estructural? Perquè, si es transformen en permanents les retallades proposades, el buit que deixaran en la provisió de serveis essencials, siguin de sanitat, educació o d'una altra mena, el cobrirà, s'expliciti o no, el sector privat. I no estic parlant de gestió privada d'alguns serveis públics, de la qual seria partidari en molts casos. Estic parlant del disseny d'un sector públic jivaritzat en el mitjà termini, que crec que no respon al projecte majoritari dels catalans. Convindria que, a favor de la transparència, aquest fonamental aspecte quedés clar. Perquè una cosa és recolzar una inevitable rebaixa de la despesa, i una altra de molt diferent apuntalar l'aprimament del nostre Estat del benestar, que no ha estat mai especialment dotat.

Retallades i sacrificis

Xavier Muñoz - AVUI - 14/04/11

“Si és el capital qui mana, per què els polítics de la democràcia s'entossudeixen a defensar els seus interessos?”

Els nostres polítics i dirigents econòmics ens estan demanant uns comportaments que penso que no es corresponen amb el dret moral que tenen per fer-ho. Ens passen comptes per haver estirat més el braç que la màniga. Jo em pregunto: qui va cosir aquesta màniga tan llarga que per molt que estiréssim el braç, no acabàvem de veure'ns les puntes dels dits? I això que els bancs ens els estiraven.

Quan Churchill va demanar “sang, suor i llàgrimes” i un gran esforç per lluitar contra el nazisme, estava utilitzant un tipus de llenguatge que es corresponia amb una situació real. Sacrificis per aturar els malvats a les portes d'una civilització democràtica, davant les costes del seu propi territori. Les seves paraules eren creïbles. No hi havia engany possible, no hi havia dobles lectures, no hi havia possibilitat de complicitat amb l'enemic.

Però la història que avui ens ocupa, la de la crisi del 2008, no té cap de les característiques que van permetre que el primer ministre anglès cridés dramàticament el seu poble a la mobilització, i que aquest poble el seguís. La nostra és una situació confusa, sospitosa, amb una espessa boira que cobreix on és la sortida. Una situació en la qual tothom espera –sense saber com– que ens treguin les castanyes del foc, com per un encanteri, més que no pas amb un projecte racional. No tenim els nazis, uniformats, identificables, davant nostre, sinó una ideologia armada per un sol interès, el del guany caigui qui caigui. I, en la pràctica, la seva actuació resulta anònima, nebulosa. La submissió a una ideologia liberal a ultrança, que propugna que el privat és millor que el públic, que no ha de ser regulada de cap manera la seva omnipresència.

Per què aquest respecte a un nou dogma, que substitueix el camp ocupat en un altre temps i a nivell social pel dogmatisme socialista soviètic? Davant el ressorgiment d'un nou dogma que no sigui el de la transparència democràtica, permeteu-me el benefici del dubte. A França s'acaba de publicar un llibre, al qual s'han adherit més de tres mil economistes, que denuncia les falses hipòtesis, sense fonament científic, que proclama avui dia com a dogma el liberalisme. Avui, els grans capitals no juguen si no se'ls garanteix almenys el 25% de beneficis. Aquests beneficis acaparen la distribució del diner. Com pot d'aquesta manera arribar el diner a la petita i mitjana empresa, de la qual tant ens omplim la boca?

Quant a la proximitat, la tasca secundària dels nostres polítics –encara que amb uns certs marges– sembla que no tinguin en compte aquesta situació que els depassa. No ens poden demanar sacrificis com a virtut col·lectiva si hem estat estafats pels mateixos que mantenen les regles del joc. Més aviat ens haurien de demanar perdó per haver-nos fet creure en ells i per haver-los deixat créixer per damunt del nivell que els pertocava. Més aviat els hauríem de parar els peus.

Per exemple, al nostre país sabem que els bancs van donar els diners per a la gran kermesse, però qui va donar els permisos per a la construcció d'un milió i mig d'habitacles innecessaris, que han produït un atur sense precedents? Sabem que ens volen retallar la seguretat social pel broc gros. Sabem que han encarregat aquesta feina a un conseller que representa els interessos de les entitats privades enfront de les públiques. Una persona que ella mateixa es reconeix com a venedor de pòlisses de mútues. I coneixem l'interès de les multinacionals a controlar el gran negoci de la salut. Tenim el precedent de la senyora Thatcher, que va desmuntar el sistema de salut anglès, que va passar de ser el primer d'Europa a una tercera divisió. Sabem que no hem sentit parlar de cap retallada a les forces armades. Déu n'hi do, de les coses que sabem.

En aquesta situació, penso que no es pot dir als ciutadans, que els falten diners per arribar a fi de mes, que s'han de prendre el seu sofriment com una inversió per al futur dels seus fills, quan no estan per inversions, quan ningú no sap –o no ens ho han explicat– quines són les previsions d'aquest futur. Quan ja ens han anunciat d'antuvi que els nostres fills no podran viure com nosaltres.

Més trist és encara descobrir fins a quin punt la democràcia ha esdevingut presonera dels estafadors. Si és el capital qui mana, per què els polítics de la democràcia s'entossudeixen a defensar els seus interessos? Sabem que els actors principals de l'espoli del 2008, recuperats, campen sense cap mena de rendiments de comptes, i, més encara, ajudats a refer els seus actius.

Per què no es denuncia des de la política, tal com es fa des de l'opinió, i s'ajusta el discurs a la realitat? Per salvar els mobles? Per què no tenen una altra oportunitat? No gosaria dir que no sigui així, però almenys que ho denunciïn, en lloc d'entretenir-se a donar les culpes –els uns als altres– als seus antecessors. O és que pateixen la síndrome d'Estocolm? O és el castís “pégame que soy tuya”? Poden acceptar uns representants del poble la desregulació de l'economia? És bo que el poble se senti culpable de la cobdícia instal·lada? Cal que s'ajustin els discursos i les accions a una realitat de més sentit comú i no a nous eslògans dogmàtics de banquers i agències de qualificació.

La veritat ens fa lliures, o no?

Retallada ve, retallada va

Lluís Foix - AVUI - 13/04/11

 “Ha arribat el moment en què la crisi afecta la gent i la resposta dels polítics locals no en garanteix una sortida mínimament satisfactòria”

La paraula del moment és retallar a tot arreu. El polític europeu ja no se'ns presenta com un personatge que vetlla per l'interès general sinó com algú que porta unes immenses tisores per fer quadrar els comptes a causa de la crisi sobrevinguda i que és incapaç de controlar. Retallant i retallant no es crearà riquesa. Això ho pot deduir fins i tot un periodista, que cada vegada més s'assembla a un economista en el sentit que ens dediquem a fer previsions sobre el que pot passar i després esmercem el mateix temps i esforços a explicar el que no ha succeït.

El professor Manuel Castells ha teoritzat amb lucidesa sobre els fluxos, aquests espais immaterials que s'han creat com a conseqüència de la globalització, i que han creat un divorci entre el poder, és a dir, la capacitat de fer coses, i la política. El poder s'ha emancipat de la política i ara es troba dins de l'espai global, els fluxos, de tal manera que la política ha quedat privada de poder en l'espai local. La cita de Castells consta en un dels últims llibres de Zygmunt Bauman, El tiempo apremia, on el catedràtic emèrit de la Universitat de Leeds diu que “els poders genuïns, els que decideixen el tipus d'opcions i d'oportunitats de vida de la majoria de nosaltres, s'han evaporat i han passat de l'Estat-nació a l'espai global, on floten lliurement, inassequibles al control polític: la política segueix sent tan local com sempre, i en conseqüència ja no aconsegueix arribar als poders globals ni de cap manera restringir-los o controlar-los”.

Vivim, doncs, en un gran casino universal que es mou amb opacitat i que no ha de donar explicacions a ningú. Les lleis vigilen de prop el que fan les persones i les institucions locals, però no poden saber com es bescanvien els actius monetaris globals, que són quasi cent vegades superiors als actius reals, que són els que afecten els ciutadans i els governs nacionals. La crisi té molts responsables però el resultat final és que estem veient una certa venjança de la superabundància que afecta persones, institucions, governs i mercaders de tota mena. És un fet que la crisi financera de 2008 ha provocat una crisi econòmica, seguida per una crisi política i una crisi social, com estem començant a veure a Catalunya en sectors tan bàsics com l'ensenyament i la sanitat. És un fet també que la responsabilitat dels banquers és gran. Però hem vist com la nacionalització de les pèrdues dels bancs ha caigut sobre les espatlles de les famílies que han d'afrontar retallades substancials, com no s'havia vist des de fa diverses generacions.

Ha arribat el moment en què la crisi afecta la gent i la resposta dels polítics locals no en garanteix una sortida mínimament satisfactòria. Comptar el nombre d'aturats és més que una estadística econòmica de víctimes accidentals de la lluita contra la inflació o de l'aturada d'una activitat productiva. Els aturats són persones, amb famílies, que veuen com les seves vides resulten afectades, per no dir devastades, per decisions que es prenen en indrets que escapen del control dels polítics electes. S'ha dit que els governs haurien de ser els gendarmes dels mercats, i no a l'inrevés. El problema és que la vida dels ciutadans està subjecta a mecanismes de regulació que ara per ara són inexistents i, en tot cas, queden fora del seu abast i del dels seus governs. Adam Smith venia a dir en la Riquesa de les nacions que els governs han d'evitar perjudicar en excés l'economia per tal que tot funcioni. Els humans som inventius i productius per naturalesa, sempre disposats a incrementar el nostre botí particular, de tal manera que si es deixa que tothom faci el que cregui oportú en resultarà beneficiada la societat en conjunt. Aquesta ha estat la fórmula màgica que ha fet del capitalisme el sistema que més ha reeixit en la història dels últims tres segles. Però calia i calen unes certes regles que evitin els abusos dels més espavilats.

El govern Mas, així com el govern Zapatero i els dels seus col·legues europeus, estan obligats a prendre mesures restrictives per fer que els pressupostos quadrin. D'allà on no n'hi ha no en raja. El cas de David Cameron és un dels més emblemàtics, atès que Anglaterra va inventar l'estat del benestar després de la guerra —seguint la idea de Bismarck a l'Alemanya unificada de 1870— i ara pretén deixar-lo atrotinat i destruït. La novetat és que els governs ja no actuen amb el bisturí, sinó amb la destral. Aquest és el problema dels governants d'arreu del món, que veuen la seva autoritat disminuïda perquè prenen decisions que els són dictades per forces alienes que no són responsables davant de ningú. No tot és responsabilitat dels governs. Abans de la crisi Espanya tenia un superàvit del dos per cent del producte interior brut (PIB) i érem l'enveja d'Europa, fins al punt que Zapatero va dir que ja havíem superat Itàlia i que aviat estaríem al davant de França. Quina eufòria tan demagògica. Però ningú no va parar esment en el fet que era la societat la que havia acumulat un deute privat gegantí que ara ha fet fallida. Quina persona o família no s'havia endeutat més enllà de les seves possibilitats de retornar els diners en una generació?

Dues reflexions finals. La primera, de caràcter global, l'exposa Bauman en dir que “l'actual crisi del crèdit no és una conseqüència de la crisi dels bancs sinó una conseqüència que ningú preveia, que és l'extraordinari èxit dels bancs en aconseguir transformar una àmplia majoria d'homes i dones, joves i vells, en una raça de deutors. Els bancs han aconseguit una classe d'eterns deutors”. La segona és de dimensions culturals: de l'hàbit de l'estalvi s'ha passat a la dependència del crèdit, de l'esforç a la facilitat de consumir sense produir; de viure, en definitiva, per damunt de les possibilitats. No es tracta només de fer front a les cícliques bombolles de l'economia sinó de produir més del que es gasta. Només així es podrà mantenir un estat del benestar tenint en compte el que va dir el canceller Erhard als anys seixanta a Alemanya: cap govern pot donar als ciutadans el que prèviament no ha rebut d'ells. El que podem demanar tots és com s'administren els tributs que paguem, molt alts per cert.

Adéu a l'Estat del benestar

Ha deixat d'existir el laboriós propòsit que van assumir la democràcia cristiana i la socialdemocràcia

Albert Garrido, periodista - EL PERIÓDICO - 12 de abril del 2011    

L'Estat del benestar és incompatible amb gairebé totes les disposicions que s'adopten per vèncer la crisi, acontentar els mercats i restablir la confiança en el futur. De forma genèrica, és incompatible amb tot el que aconsellen els gurus que asseguren que saben quin camí cal seguir per salvar els mobles. De forma més concreta, és incompatible amb el que segueix:

1. La submissió absoluta dels estats als criteris dels mercats financers.

2. La reducció de l'Estat a la seva més mínima i feble expressió.

3. La suplantació de la política per la comptabilitat, i la dels polítics per tenidors de llibres.

4. La reducció de les obligacions fiscals de les rendes altes -regals fiscals- i el manteniment de la pressió tributària sobre les rendes mitjanes i baixes.

5. El mileurisme rampant que condueix inevitablement a la proletarització de les classes mitjanes.

6. L'economia submergida i la subocupació -potser fins i tot infraocupació- que dóna peu a l'articulació d'una societat paral·lela, opaca, desregulada i extremadament dual.

7. La llibertat amb què operen els manipuladors del mercat: especuladors, baixistes, financers de fortuna i agències de qualificació.

8. Els adoradors del mercat que, malgrat tot el que ha passat, segueixen pensant que els desastres ocasionats pel mercat tenen solució paradoxalment en el mateix mercat.

9. La fascinació pel model xinès, en el qual els mecanismes de protecció social no tenen cabuda.

10. Els nacionalismes, amb Estat o sense, que, en cas de dubte, entre atendre la nació o cuidar els ciutadans, opten per la nació i sacrifiquen els ciutadans.

11. El sindicalisme de baixa volada que creu que, blindant el passat, es pot construir el futur.

12. La fortuna obtinguda per tot el que és políticament correcte, que té com a únic objectiu garantir que ningú canviarà les regles del joc.

13. El menyspreu del valor i el significat dels béns i els interessos col·lectius.

14. El dèficit demogràfic derivat de taxes de natalitat irrisòries.

L'ecosistema de l'Estat del benestar només és possible gràcies a delicats equilibris socials, però quan en una societat -la nostra- concorren els factors esmentats o part d'ells, es descompon ràpidament. Igual que el planeta no pot suportar el creixement exponencial del diòxid de carboni, l'Estat del benestar no pot subsistir en una atmosfera social viciada pel repartiment de la misèria, la sistemàtica socialització de les pèrdues i l'escandalosa privatització dels guanys. Per més que les agències de qualificació, l'FMI, el BCE i tota la parentela insisteixin que aquest és el bon camí.

Efectes pràctics i resum del que hem dit fins ara: si es vol comprar un país a preu de saldo, només cal comptar amb la complicitat d'una o diverses agències de ràting. Un cop tancada l'aliança, donar el cop és només cosa de temps i paciència. Els països cauen com fruita madura enlluernats per la llum encegadora dels profetes de l'apocalipsi econòmica, la prima de risc i altres martingales legals. Així passa que en menys d'un pensament es capgira la truita i -¡oh, dies prodigiosos!- es posa en circulació la idea que han de pagar la crisi els que en són les víctimes i que han de sortir-ne ben parats els que la van provocar a Wall Street i altres barris.

Després segueixen una sèrie d'estranyes recomanacions que, molt resumides, caben totes en una frase: els que vulguin l'Estat del benestar, que el paguin de la seva butxaca, que els que no el necessitin no tenen per què sufragar-lo en la part que la decència indueix a pensar que els toca. En realitat, tot s'embolcalla en un llenguatge incomprensible que, quan es torna comprensible, fa sortir els colors. Es tracta d'un llenguatge desvergonyit, destinat a justificar el que no té justificació, un compendi de recomanacions que condemnen indefectiblement els joves a viure pitjor que els seus pares, que exigeixen a la societat la mansa acceptació de la injustícia social com a norma de compliment obligat.

De moment, només és segur que la laboriosa construcció de l'economia social de mercat, transsumpte de l'Estat del benestar, ha saltat pels aires. Ha deixat d'existir aquell laboriós propòsit que, amb diferents etiquetes polítiques, van assumir la democràcia cristiana i la socialdemocràcia en la postguerra mundial i que va ser el sant i senya de la prosperitat d'Occident davant de la grisa realitat de l'economia planificada i el socialisme realment existent. S'ha esfilagarsat tot l'entramat d'estabilitat emocional i cohesió social que va garantir el model durant la llarga guerra freda, i no hi ha forma de sargir-lo. En realitat, l'Estat del benestar ha deixat de ser necessari com a forma d'humanització del capitalisme sense traves, com a model raonablement just enfront de la societat desmanegada, l'abúlia i el totalitarisme sense esperança del bloc de l'Est, que va deixar d'existir. Descansi en pau l'Estat del benestar.