martes, 23 de noviembre de 2010

El cara a cara Montilla-Mas, pendent de la Junta Electoral

La Junta Electoral estudia si admet o no el cara a cara a TV3. La Junta Provincial de Barcelona ha intentat passar la qüestió a la Junta Electoral Central però aquesta li ha fet saber que "és competència seva". L'òrgan judicial que tutela el procés electoral ha de decidir aquest dimarts sobre els recursos d'ERC, PP i Ciutadans contra el debat a dos a TV3.


De totes maneres la valoració del president de la Generalitat i candidat socialista a la reelecció, José Montilla, que ha mostrat la seva satisfacció perquè finalment, “després de moltes setmanes en què cada dia he demanat dos debats, un en català i un en castellà”, Artur Mas hagi acceptat l’”oferta inexcusable” d’un cara a cara, un fet que “en 30 anys de democràcia, aquí a Catalunya, és el primer cop que passarà”. “Jo en preferia dos”, ha recordat Montilla, “un en català i un en castellà, però millor un que cap”.

Al voltant del tema llegiu aquest bon article que fa reflexionar:

Hacia una cierta normalidad

Lluís Foix - LA VANGUARDIA - 23/11/2010

El debate cara a cara, esta noche y en directo, entre Artur Mas y José Montilla, nos acerca más a un país normal. Hay anomalías incómodas a la hora de justificar una excepción que no se sostiene si aspiramos a la normalidad de las prácticas electorales en todos los países libres. Aunque el cara a cara fuera obtenido en el tiempo añadido del debate a seis moderado por Josep Cuní, bienvenido sea.

Es improbable que Montilla sea el próximo president, a la luz de todas las encuestas publicadas este domingo. Pero el cara a cara entre los dos únicos candidatos posibles para presidir la Generalitat es estimulante y puede contribuir a una mayor participación en las elecciones del domingo, que me atrevo a vaticinar que será igual o superior que en el 2006. Los partidos minoritarios ya expusieron sus programas y puntos de vista en la noche del domingo. Ahora se trata de valorar las cualidades de los dos candidatos con más opciones de conducir el país en tiempos de turbulencias económicas que afectan tanto a Catalunya como al resto del mundo democrático.

La pluralidad política catalana es consecuencia de una sociedad abierta que expresa también en las urnas sus distintas sensibilidades. Tanto es así, que las encuestas no descartan que otras formaciones políticas podrían sumarse a las seis existentes, convirtiendo el Parlament en una ágora atomizada en permanente debate haciendo muy difícil la gobernabilidad para resolver los problemas que más agobian a los catalanes, como son la crisis, el paro, la transparencia, la inmigración, las relaciones con una España que pone obstáculos jurídicos, políticos y mediáticos para ampliar un Estatut que se aprobó siguiendo todos los requisitos establecidos por la Constitución.

En un momento del debate del domingo, Artur Mas invitó a Montilla a que, en el caso de que necesitase su ayuda, los socialistas le garanticen la investidura para no caer en las manos del Partido Popular. Me parece que esta es la gran cuestión de las elecciones del domingo. El país tiene que transitar por la centralidad, sea quien sea el president, para abordar las cuestiones de fondo que los dos tripartitos no han podido o no han sabido resolver.

Si las urnas añaden más grupos al Palament, la sociovergencia será inevitable. No hace falta una alianza de gobierno, sino un pacto para el bien del país.